Tomando la carretera que dirige a Brañosera (localidad considerada como el primer ayuntamiento de España, ya que su carta puebla es del año 824) encontramos, en primer lugar, Nestar, famosa por su puente romano.
En Revilla encontramos la excepcional iglesia de los Santos Cornelio y Cipriano, de principios del siglo XII. Los más importante de esta iglesia es su portada meridional, protegida por un pórtico renacentista. Está formada por seis arquivoltas, con adornos en zigzag y una deliciosa representación de la Última Cena. Cuenta también con unos capiteles muy bien trabajados, entre los que destaca uno en el que un caballero con cota de malla lucha contra un monstruo. El autor de esta maravilla de portada la firmó, algo nada habitual en el románico. Su nombre era Michaelis y se cree que también pudo trabajar en la ermita de Santa Cecilia, en Aguilar. En el interior destacan los capiteles del arco triunfal, la pila bautismal y una talla de la Virgen, todos ellos románicos, y los frescos renacentistas.
La iglesia la enseña un vecino del pueblo. En Aguilar, en la Fundación de Santa María la Real os darán su teléfono.
De vuelta a Aguilar de Campoo, nos dirigiremos hacia Cervera de Pisuerga y desde allí tomaremos la carretera que conduce a San Salvador de Cantamuda, a 15 kilómetros de Cervera, cerca ya de Cantabria, donde visitaremos la antigua Colegiata de San Salvador, hoy iglesia parroquial de la localidad. Por lo general está cerrada, pero la llave la tiene un vecino que vive en las inmediaciones y que la enseña gustoso.
Se trata de un bellísimo edificio del siglo XII, con planta de cruz latina, con tres ábsides en la cabecera y una sola nave corta. En el interior destaca la altura de sus espacios y el altar mayor. En el exterior, su maravillosa espadaña y los canecillos.